Año: 2023 , Número: | |
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Capaces todos es la continuación del número anterior de Educar(NOS) sobre la escuela inclusiva o segregadora. Hace casi sesenta años, en 1967, los alumnos de la Escuela de Barbiana lo expresaron con claridad meridiana en su famosa Carta a una maestra: «Ninguno era “inútil para los estudios”» mientras denunciaban la injusta selectividad del sistema educativo. Practicaban la inclusión con toda naturalidad como un valor ético-moral elemental y un derecho humano incuestionable. Sencillamente, la escuela no debía discriminar a nadie, sino acoger y servir a todos sin distinción, con más empeño, a quien más la necesitara, como es el caso del alumnado con necesidades educativas especiales que presenta discapacidades físicas, psicológicas o sensoriales.
Hoy, décadas más tarde, el acceso a la escolarización inclusiva en igualdad de condiciones, con los apoyos necesarios y en las mismas aulas que el resto de los niños y niñas, para las personas con discapacidad es un indiscutible derecho, y así lo contempla la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD). Es decir, la educación ha de ser inclusiva y, en tanto que derecho, ha de aplicarse sin condiciones.
En la fase de preparación de la LOMLOE se abrió un debate importantísimo sobre el futuro de los centros de educación especial y la inclusión del alumnado con discapacidad en centros ordinarios, el cual solía acabar con coletillas como “siempre que sea factible” o “si se cuenta con los medios razonables”.
Vendría bien al mundo educativo español hacer caso a la UNESCO en su Informe de Seguimiento de Educación en el Mundo 2020: “Debatir acerca de los beneficios de la educación inclusiva puede ser equivalente a debatir acerca de la abolición de la esclavitud o del apartheid” y centrar nuestros esfuerzos en el cómo, los plazos y medios que la nueva Ley educativa propone: ¿serán suficientes los 10 años que se señalan cuando ya llevamos tres y no se ve avance alguno?, ¿cómo mejorar el diagnóstico y la estimulación temprana?, ¿qué cambios pedagógicos, organizativos y curriculares se prevén para una educación inclusiva?, ¿cómo se va a llevar a cabo la necesaria formación del profesorado, su concienciación y participación en el proceso?, ¿se cuenta realmente con él?...
En este paso hay algo imprescindible: la escuela inclusiva ha de asegurar mejoras sobre la escuela segregada, permitiendo a todas y todos los alumnos su derecho no solo a su presencia, sino también a su participación y su aprendizaje.
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